jueves, 29 de octubre de 2009

Transexualidad


En estos días hablar sobre transexualidad es un poco difícil, pues en general sabemos muy poco; con esto no quiero decir que no exista material referente a este tema, existen algunas reflexiones, artículos e incluso algunas obras dedicadas a esto, pero son pocos y más aún llenos de prejuicios y confusión.

En la actualidad, hay una preocupación por "entender", clasificar y determinar la transexualidad. La gente y la sociedad en general, se hace un lío mayúsculo y confunde aun la homosexualidad, la transgeneridad, la intersexualidad, el travestismo y la transexualidad. Incluso los medios de comunicación y algunos programas bien intencionados, contribuyen a la confusión de los términos relacionados a la diversidad sexual, pareciera en lenguaje salvadoreño, que tienen los cables cruzados, no están muy claros, y tienden a confundir una cosa y la otra.

Por otro lado, también existen cantidad de prejuicios, de ideas arraigadas en conceptos que no tienen nada que ver con la realidad de l@s transexuales, que nada más responden a una parte de su realidad, pero bastante sesgada y unilateral, poco flexible a la discusión. Una cosa parecida a "todas las transexuales imitan el prototipo más exagerado de la feminidad", "todas son y quieren ser unas marginales", "las que se creen mujeres", "la apariencia femenina esta relacionada a la transexualidad", etc.… (Casi todas estas ideas están relacionadas a las transexuales, pues en el caso inverso se ve menos, y parece que existe en menor proporción).


Hoy en día, la transexualidad es considerada, ya no como una orientación sexual, sino como parte de la identidad sexual, es decir somos hombres o mujeres transexuales, independiente de nuestra orientación sexual. Con esto, se trata de acabar con las malas interpretaciones o con el hecho de que la diversidad, por desconocida, se considera toda bajo una misma denominación. Es aquí donde se vuelve importante o conveniente diferenciar lo que es la identidad sexual de las sujetas de la orientación de su deseo sexual. Dicho en otras palabras, la identidad responde a la cuestionante ¿quién soy yo?, y esta asociada a los sentimientos de adecuación e inadecuación al sexo, esto nos clasifica en mujeres u hombres, y en nuestro caso particular, como mujer u hombre transexual. La orientación sexual responde a la pregunta ¿quién me atrae?, y se refiere a quien nos atrae sexualmente, esta nos clasifica en heterosexuales, homosexuales, lesbianas, bisexuales o asexuales.

Como la orientación y la identidad son dos realidades completamente distintas, encontramos en la realidad todas las combinaciones de la una y la otra. En este caso vamos a entender, que así como hay hombres y mujeres que se aceptan como tal y son heterosexuales, homosexuales, lesbianas, bisexuales o asexuales, también a las transexuales pueden gustarnos los hombres, las mujeres, ambos o ninguna.

Además, resulta valioso en este apartado, aclarar las diferencias que hay entre transvestismo, transgenericidad y transexualidad. Entendemos pues que:

Transvestismo es el uso de ropa del otro género, ojo la persona trasvesti puede sentirse muy identificada con su sexo y sólo experimenta el placer de usar vestimenta correspondiente al otro sexo, no tiene nada que ver con su identidad ni su orientación sexual. Cuando llega a ser permanente en una persona, se funde con la transgenericidad.

Transgenericidad es el cambio de género, con relación al sexo. Es decir, las personas transgenéricas viven el género contrario a su sexo, y generalmente no desean cambiarse de sexo; caso contrario a esto las convierte en transexuales.\

Transexualidad es vivir en base al género que corresponde al sexo al cual se cree pertenecer, es decir, las personas transexuales manifiestan un sufrimiento y una inadecuación ante los genitales de nacimiento, que no puede apreciar. Es primordial, subrayar que la persona cuando es intervenida quirúrgicamente, ya no debería ser clasificada como transexual, sino un hombre o una mujer, sencillamente.

Además es importante señalar que, las transexuales son sumamente desdichadas en el sexo que se les ha asignado, las personas transexuales a lo largo de los años han sido invisibilizadas y se les encajona dentro del grupo de los homosexuales travestís o lesbianas, muchas transexuales han sufrido una profunda marginación, sobre todo por parte de la comunidad Homosexual, Bisexual y Lesbica. Su proceso de salir del armario es semejante al de homosexuales, lesbianas y bisexuales, y pueden traer la pérdida del apoyo de la familia, amistades y el empleo.

La discriminación contra las transexuales es extrema, incluso mayor para las mujeres transexuales por querer pertenecer a un grupo que la sociedad históricamente ha discriminado. El camino de las transexuales resulta largo, difícil y tortuoso, pues ninguna sociedad esta todavía preparada para integrarles en su seno, sin traumas. Antes de la operación, muchas transexuales se odian a si mismas, viven constantemente con la sensación de estar atrapada en un cuerpo que no es el suyo. Las que deciden cambiarse de sexo han de luchar contra una falta de comprensión generalizada.

Otro asunto que llama la atención es lo poco que ciertos grupos han avanzado en quitar el estigma que pesa sobre las transexuales, en comparación con otros asuntos que en nuestra sociedad estaban mal vistos, el asunto de la transexualidad sigue siendo considerado como un fenómeno, un trastorno, una anomalía, enfermedad y/o perversión. La medicina y la psicología juegan un papel muy importante en el rompimiento o mantenimiento de este estigma que pesa sobre la transexualidad, y más aun dentro de nuestro país.

Entonces es aquí cuando surgen una serie de interrogantes, tales como ¿por qué la transexualidad sigue considerándose como un fenómeno?, ¿qué papel juegan la psiquiatría y la psicología en el mantenimiento del estigma hacia las transexuales?, ¿qué relación tiene el estigma que pesa sobre la transexualidad con la división de los papeles en función del sexo, es decir, con el mantenimiento de los prototipos de feminidad y masculinidad vigentes todavía?, ¿a quien corresponde la clasificación de algunos términos?, ¿a quien corresponde la elaboración de conceptos?, ¿en qué se argumentan para elaborar dichos conceptos?, ¿qué elementos son tomados en cuenta para la clasificación de grupos?, etc. Como se puede ver las preguntas son múltiples, y la verdad es que no sólo no tienen una respuesta favorable, sino que apenas puede darse una reflexión para empezar a darle vueltas al asunto.

Además, otra cosa que vale la pena rescatar como punto de reflexión, es que en la mayoría de países latinoamericanos resulta extremadamente difícil entender como algunas personas que tienen las características físicas de un género pueden creer en realidad que pertenecen al otro, y si a esto agregamos la falta de educación e información, será más difícil aun romper con este estereotipo.

Por otra parte, la escasez de recursos económicos, la dificultad para encontrar un trabajo digno y en buenas condiciones, la prostitución casi como única salida para muchas, agresiones físicas y verbales, discriminación en los derechos, desamparo legal, y también porque no decirlo, miradas de desprecio de personas que siguen considerando a las transexuales como "bichas raras", provoca más sufrimiento y frustración, y todo esto representa para ellas UN DESAFIO.

Y ya para acabar, me gustaría hacer un último llamado de atención a esto: las transexuales que desgraciadamente no tienen acceso a la operación, por diversas razones, no deberían ser consideradas menos mujeres o menos hombres; esto debería ser una lucha colectiva en la cual todas y todos colaboremos en el rompimiento de los estereotipos y a la vez contribuir a la conciencia social, es un reto el crear espacios de discusión mas profunda con relación a este tema, dentro de la comunidad Homosexual, Bisexual, Lesbiana y dentro de nuestra población Transexual.

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